Caos en Utah

Una de las franquicias más importantes de la NBA y más conocidas, gracias al duo Stockton-Malone, se descompone por momentos. 

Todo empieza este pasado verano. El agente libre, Carlos Boozer, después de seis temporadas baloncestísticas en el estado mormon, decide abandonar los Utah Jazz, para enmarcares en la aventura de Chicago junto a Derrick Rose.

Un jugador que había promediado en los seis años como Jazz, 18.6 puntos y 10.2 rebotes por partido en la Regular Season. Y había llevado al equipo a jugar cuatro años seguidos los Playoffs de la NBA, llegando una vez a las Finales de Conferencia, liderando el conjunto con 20.3 puntos y 12.5 rebotes por partido en la postseason. Incluso, gracias a su rendimiento y al del conjunto en general, ha sido dos veces nombrado para el All-Star (partido de las estrellas), en la 2006-07 no pudo jugar por lesión y en la 2007-08 estrenó sus participaciones en el All-Star con 14 puntos y 10 rebotes.

Pero los Jazz encontraron un sustituto, que la mayor parte de los aficionados pensaban que podía remplazar a Boozer. Al Jefferson, de los Minnesota Timberwolves, llegaba el pasado verano a Salt Lake City, con la intención de borrar del recuerdo la figura de Carlos Boozer. Jefferson había promediado, los últimos cuatro años en la liga (uno con los Celtics y los tres siguientes con los Wolves), unos números para nada malos, 19.3 puntos y 10.6 rebotes por partido. Y la verdad es que los números de Jefferson en Regular Season no están tan mal (17.6 puntos y 9.1 rebotes por partido). Pero la sensación que da, es que no es un jugador tan líder como podía serlo Carlos Boozer y que no se le ha visto un salto cualitativo en la nueva temporada, sino que incluso sus números han empeorado un poco. 


La temporada no iba mal. Después del primer mes de competición, los Jazz se ponían con una marca de 14-5, en la relación victorias-derrotas. Parecía que la marcha de Carlos Boozer y las lesiones (como la de Mehmet Okur) no afectaban a la dinámica del equipo. Pero desde el mes de diciembre las cosas empezaron a torcerse. En estos casi tres meses, los Jazz han conseguido una marca de 17-22 (victorias-derrotas), que de momento les deja con una marca de 31-27, fuera de los Playoffs (en novena posición de la Conf. Oeste). De los últimos dieciocho partido han perdido catorce. Esto significa que después de cuatro años seguidos entrando en Playoff (incluída una final de conferencia) se podrían quedar por séptima vez (en 32 años de historia de los Utah Jazz) fuera de la postseason. 
¿Y esto a qué ha llevado? A la destitución de Jerry Sloan. El ex-entrenador de los Utah Jazz, llevaba en el cargo 23 temporadas. 1.127 victorias en toda su carrera alababan al entrenador de 63 años. Pero una frase lo dice todo, un pabellón que llama EnergySolutions Arena, no puede tener un entrenador que diga que se ha quedado sin energía para seguir entrenando.

Algunos han relacionado, en parte, la marcha de Jerry Sloan, debido a la mala conexión con el que era el jugador franquicia del equipo, Deron Williams. Pero, si era cierto, esto ya no iba a ser un problema porque a los Jazz, se le ha acumulado otra mala noticia (según mi punto de vista), la perdida del base All-Star, Deron Williams. 

Esta semana conocíamos que los Utah Jazz y los New Jersey Nets intercambiaban a sus bases titulares (D-Will por Devin  Harris). El que es considerado, por muchos analistas y aficionados, el mejor base puro de la liga. Deron Williams deja Salt Lake City después de cinco temporadas y media. Lo hace con unos promedios de, 17.3 puntos y 9.1 asistencias por partido en Regular Season y de 21.1 puntos y 9.6 asistencias en Playoffs. Y habiendo sido dos veces All-Star (2009-10, 2010-11). 
Ahora le toca a Devin Harris (15 ppt y 7.6 app) hacer olvidar a Deron Williams, como ya le tocara a Al Jefferson con Carlos Boozer, y llevar a estos Utah Jazz a donde le corresponde, a jugar por el título de la NBA en los Playoffs.


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